El baño es una de las áreas más utilizadas en el hogar y, por lo tanto, requiere una limpieza y mantenimiento constantes. Mantenerlo libre de humedad y moho no solo mejora su apariencia, sino que también evita problemas de salud y daños estructurales.
Para prevenir la acumulación de humedad, es esencial contar con una ventilación adecuada. Abrir ventanas o utilizar extractores de aire ayuda a eliminar el exceso de vapor y reduce la formación de moho en paredes y techos.
La limpieza regular con productos desinfectantes es clave para evitar la proliferación de bacterias. Usar soluciones naturales como vinagre y bicarbonato también es una opción efectiva y ecológica para eliminar manchas de sarro y residuos de jabón.
Los sellos de silicona en duchas y lavabos deben revisarse y reemplazarse si presentan signos de desgaste, ya que pueden acumular humedad y generar filtraciones. Un baño limpio y bien cuidado no solo mejora el bienestar, sino que también prolonga la vida útil de sus instalaciones.